1
Eliza fue adicta al áster blanco durante años; me lo había contado.
2
Mi mirada se posó en un tarro de áster blanco.
3
Una vez que estuvo hecho, usé un puñado de su propio áster blanco para borrarle la memoria.
4
Comparado con el azul, que recuperaba los recuerdos, el áster blanco producía un efecto que llamábamos "encalado", o pérdida parcial de memoria.
5
La hierba estaba alta, poblada de diminutos ásteres blancos que parecían margaritas, de castillejas.
6
Sobre la tierra que habían arrojado se veían tres flores que ella había traído, tres ásteres blancos.
7
El cabello de Katarina, constelado de ásteres blancos, comenzó a ondular en torno a la cabeza, agitado por un invisible viento esotérico.