Esta no es la única excentricidad culinaria que Nueva York ha ofrecido recientemente.

Solo me importa qué piensa Dios de mí, esa es mi única excentricidad.

Digna, aplomada; su única excentricidad era aquella economía llevada a voces hasta el absurdo.

Su única excentricidad es una colección de muñecas, completamente extravagante.

Su única excentricidad era una corbata moñito de colores vistosos.

Pero esta no es la única excentricidad del actor.

Y, de todos modos, el atavío no era la única excentricidad que se les computaría.

Pero ésa no era su única excentricidad.

Quizás la única excentricidad que me he dado -por llamarla así- son los equipos con los que estoy tocando.

Esa era su única excentricidad.

No era la única excentricidad.

Su única excentricidad, que él reconocía alegremente si se lo preguntabas, consistía en hablar en voz alta consigo mismo cuando estaba solo.

Su única excentricidad era el arte de fumar la hierba para pipa, que según ellos era su mayor contribución a la cultura mundial.

Su única excentricidad era el arte de fumar hierba para pipa, lo cual, decían ellos, era su contribución a la cultura del mundo.

Su única excentricidad, que él reconocía con alegría si se lo preguntabas, consistía en hablar en voz alta consigo mismo cuando estaba solo.

¿Quién viajaría hasta tan lejos para exterminar a unos centenares de almas pacíficas, cuya única excentricidad consistía en creer que la vida era un timo?