1
Arnie se encogió de hombros ante la advertencia de su abobado.
2
Nunca lo descubriría si se quedaba allí, perdiendo el tiempo abobado.
3
Y procuró no mirar al abobado Jonathan ni al inspector Finney.
4
Cuando todo pasó quedóse con aire abobado contemplando un lugar incierto del cielo.
5
El abobado abrió la puerta y echó un vistazo al exterior.
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El pálido joven de aspecto abobado iba andando pensativo, silbándose tristemente a sí mismo.
7
Radiante, abobado y perdido, Francisco no acertaba a decir nada.
8
Un rostro severo, como el de un abobado, ya sabes.
9
Es usted un excelente abobado, pero un lamentable historiador.
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El abobado se volvió hacia Jerome y le dijo:
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Wang Gan se tocó el cuello y sonrió abobado.
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También como aquel ser humano "manso, apacible, incauto" e incluso como alguien "mentecato, abobado".
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Pavo grande y con cara de abobado.
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Entonces intervino el chico abobado: era el "taponador".
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Se decía que un grumete había quedado turulato y abobado para toda la vida; pero siempre se exagera.
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El abobado removióse en su asiento.