Las deudas empiezan a acogotar a los trabajadores y sus familiares.

Gente que no tiene nada mejor que hacer que acogotar a los demás.

Para acogotar a un hombre ni Bugs ni yo necesitamos ayuda.

Miss Gradner siente una invencible tendencia a acogotar a sus amantes.

Les gusta ejercer el poder y, también, acogotar a los demás.

Desearía acogotar a algunos de los curiosos, que parecen documentarse en los baúles vecinos.

Tengo que acogotar a éstos, tenerlos en un puño.

Durante toda la jornada del 19 de agosto, Quesada intenta acogotar a los panches sin conseguirlo.

Ya se me ha pasado la edad de serrar barrotes y acogotar a hombres de armas.

Se encaminó al desembarcadero; en su mente flotaban nebulosos planes de acogotar a sus subordinados tardones.

Inmerso en aquella calma chicha podía estar planeando acogotar a miss Melody con sus propias manos.

Las miró asombrado y observó que habían adoptado la forma adecuada para acogotar a un hombre.

Tanto si vendes iluminación espiritual como comida para perros, la preocupación primordial es acogotar a los colegas.

Sentía enrojecérsele la sotabarba, fulgurarle los ojos y revolvérsele las manos con deseo de acogotar a la mujerona.

Se hartó de cruzar caras, espaldas y nalgas hasta acogotar a sus dos hijos y a su sobrino contra las paredes.

Yo me figuraba que, de pronto, iba a tomar una decisión violenta, como tirarse por la ventanilla o acogotar a algún viajero.