Jim McKenzie se bebió el café con ademanesrelajados.
2
Era el perfecto ejemplo del aristócrata oriental: soberbio y arrogante, de ademanesrelajados, equilibrado y encantador.
3
Nigel no irradiaba ni un atisbo de tensión y la esencia misma de su poder descansaba en sus ademanesrelajados.
4
Por sus largos capotes, sus grandes bocamangas, sus sombreros desiguales, sus toscas armas y sus ademanesrelajados, parecían un comando de la milicia popular.
5
-Tengola tentación de mandarlo al infierno -respondióel hombre del monóculo con una ira que sus ademanesrelajados y afables no permitían sospechar.