Me aferré al cuello de Álex, me fallaban las piernas.

Me la aferré al cuello, ocultando el collar.

Me aferré al cuello de mi hermano, que se nos había unido con Ergino y Agrades.

Me aferré al cuello de mi caballo.

Y entonces me aferré al cuello de la camisa de Ryan, tiré de él para acercarlo y sus brazos rodearon nuestro cuerpo.