Giro el picaporte y entro, agradeciendo para mis adentros que no haya utilizado la llave.

Por fin, buscó un condón en el bolsillo, agradeciendo para sus adentros tener tan arraigados aquellos hábitos.

Mira examinó su aspecto en el espejo, agradeciendo para sus adentros haber elegido esa mañana un primoroso y elegante vestido de color amaril o pálido.

-Supongoque no tendré más remedio -dije ,agradeciendopara mis adentros su oportuna intervención-.

-Nada-ledije, agradeciendo para mis adentros su explicativo parloteo-.