Cierto día charlaba la muchacha con su airedesembarazado, y, charlando inconscientemente, temió haber dicho demasiado.
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Venían todos con un airedesembarazado, el hatillo a la espalda, las manos en los bolsillos.
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Beausire saludó con airedesembarazado y salió.
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Sonreía mostrando los dientes; marchaba con airedesembarazado, llevando en alto con una mano el pañuelo rojiblanco: ¡Su barco!
5
Diciendo esto, Rosita Pompón que a pesar de su airedesembarazado tenía hinchado el corazón, no pudo reprimir un suspiro.
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Lo observo con atención y me sorprende su actitud: tiene el cuerpo erguido, el airedesembarazado, la mirada magnífica y los músculos superciliares apenas contraídos.