1
No podía desfallecer; era preciso apurar el amargo cáliz hasta el fin.
2
El farmacéutico apuró de un trago el amargo cáliz; dos líneas, poco.
3
El hombre barbudo parecía haber apurado hasta las heces el amargo cáliz.
4
Sin embargo, el fondo de aquel amargo cáliz no había sido apurado todavía.
5
Pobres niños inocentes, ¿qué habían hecho para merecer aquel amargo cáliz?
6
El alcohol era el amargo cáliz redentor de los espíritus entristecidos.
7
Apura su amargo cáliz pero sabe que en política todo cambia.
8
Por desgracia, nunca han bebido, como yo, del amargo cáliz de la esclavitud.
9
El inglés suspiró, como si hubiera accedido a beber de un amargo cáliz.
10
Las afrontó y dominó, incluyendo el amargo cáliz de su muerte.
11
Suplico a Dios que aparte de mí este amargo cáliz, lleno de hiel.
12
Apuraremos hasta la hez el amargo cáliz de la muerte.
13
A él le tocaba primero apurar ese amargo cáliz.
14
Ahora, por lo menos, a conciencia, ya había probado el amargo cáliz de la vida.
15
Las mujeres son el azúcar blanco más delicioso en ese amargo cáliz de la vida.
16
Y beberé el amargo cáliz de volver a gobernar.
