Lo que resultaba evidente es que eran figuras de apariencia antropomórfica.

Siguen siendo máquinas pese a su apariencia antropomórfica.

Cada alteración de la manecilla correspondía a una zona en la que era posible reconocer una vaga apariencia antropomórfica.

En un principio se les asigna el concepto de conciencia o espíritu, e incluso una apariencia antropomórfica, especialmente en momentos posteriores.

Lo cierto es que aquellas ratas de laboratorio con apariencia antropomórfica se lanzaron al pienso con idéntica ansia y salvajismo que los cerdos.