1
Los arévacos habéis dado suficientes pruebas de valor en todos estos años.
2
No dudo que los fieros arévacos cumplirán a la perfección su cometido.
3
Uno de los arévacos cogió del suelo el fruto de las encinas.
4
Era el turno de vacceos, vetones, arévacos, lusones, lusitanos, titos y belos.
5
Tal vez los fieros arévacos podáis detener a ese demonio de Amílkar.
6
Te crees el redentor de un pueblo, el salvador de los arévacos.
7
Estamos en la intersección de cuatro pueblos indígenas: vacceos, vetones, arévacos y carpetanos.
8
Creo que los arévacos acogerán de buen grado a nuestro grupo.
9
En Roma, entre tanto, se seguía en negociaciones con los arévacos.
10
A Giscón se le permitió partir con sus arévacos de vuelta a casa.
11
El cónsul Nobilior, persiguiendo a los segedanos, invadió las tierras de los arévacos.
12
Poco más tarde Tito Didio, cónsul del 98, mató a veinte mil arévacos.
13
Mediada la tarde, los cinco rastreadores arévacos pudieron apreciar la extensión del campamento enemigo.
14
La capital de los arévacos no era otra que Numancia.
15
Pensaba que si lo viera su hermano dirigiendo a los arévacos, no podría creérselo.
16
Es preciso aislar a los arévacos para que no reciban ayuda de ninguna tribu vecina.
