El indio recibía el arma en silencio, rígido como una imagen de iglesia.

Así el arma en silencio, gemí y traté de sollozar, de distraer su atención.

El ametrallador agarró el arma en silencio y, sin disparar, se arrastró hacia el bosquecillo.

Jerusha parpadeó incrédula, tendió de nuevo el arma en silencio, con la culata por delante, a Astrobuco.

Arturo volvió a asomarse y descubrió al comando intentando forzar una puerta atrancada, con el arma en silencio.

Lustró el arma en silencio hasta que, finalmente satisfecho, la envolvió en cuero aceitado y la ató fuertemente con bramante.

Hice otra pausa en mis disparos y, a la luz de la luna, vi que tenía la cabeza inclinada sobre su arma en silencio.

Los kushitas levantaron las armas en silencio al ver a los invasores.

Puso todos sus músculos en tensión y preparó sus armas en silencio.

A lo largo del túnel, los demás skavens prepararon sus armas en silencio.

Los demás empezaron a agruparse detrás, revisando sus armas en silencio.

El desarme duró casi una hora; los soldados malazanos deponían sus armas en silencio.

Ahora, con las armas en silencio, escucharon aquello que sonaba como una tormenta eléctrica.

Este entornó los ojos y examinó sus armas en silencio.

Instantes después, cincuenta o sesenta jinetes rodearon la pagoda y alistaron sus armas en silencio.

Los hombres lustraban y afilaban sus armas en silencio.