1
En cuanto se encontraba con mi madre, volvía a armar la tremolina, sentía aún mayor zozobra.
2
Si buscase motivos para preocuparme por si se va a armar la tremolina, ese sería el factor en el que más me fijaría.
3
Salió la otra noche, sin ganas de cenar siquiera y, antes de irse, tuvo el habitual detalle de armar la tremolina y llamarnos al orden.
4
Lanzó un grito de guerra el chaval y se armó la tremolina.
5
Ahí se armó la tremolina, no de los mil sino de los siete demonios.
6
El veintitrés de abril se armó la tremolina.
7
Jeremías Cerdá, que se la sabía de memoria, actuó una noche como tenor y armó la tremolina.
8
Los perros olieron las plantas y las semillas que traía en la maleta y se armó la tremolina.
9
Se armó la tremolina.
10
-Nose ponga así, por lo que más quiera, seamos comedidos, no hay que armar la tremolina.
11
Así cayó el tercer out del noveno inning, y la multitud, que mantenía el corazón suspendido en la boca, armó la tremolina.
12
Dijo la profe que en Bilbao algunos le querían hacer un monumento, me refiero a Unamuno; pero que otros no y se armó la tremolina.
13
-¿No armará la tremolina?