El agua arrastraba arena, ramas menudas arrancadas de cuajo por el viento.

La marea arrastraba arena a la playa en una ráfaga de espuma plateada.

El aire vibraba y el viento arrastraba arena por el valle.

El único alivio era una brisa, aunque también arrastraba arena.

Soplaba un viento ardiente, que arrastraba arena y polvo y un leve aroma marino.

Más abajo, el viento arrastraba arena, tierra y ceniza de la falda de las montañas.

El cauce se ensanchaba, se abría paso entre guijarros, el agua se enfangaba, después arrastraba arena.

En el cielo no había una sola nube, pero el viento cálido arrastraba arena húmeda desde la playa.

El viento arrastraba arena y el aire estaba cada vez más húmedo y frío según nos acercábamos al jardín.

Pero aquí el viento arrastraba arena en lugar de agua, que lanzaba con toda su fuerza sobre hombres y animales.

Se había levantado viento, que arrastraba arena y humo, y se oían ruidos de cascos de caballos mezclados con gritos.

Arrastraba arena produciendo un macabro chillido que causaba un efecto sobrenatural, trastornador sobre los nervios.