Los azotes del viento me alborotaban el pelo, bloqueándome la vista.

Una brisa ligera había reemplazado los azotes del viento invernal.

Es marzo, pero más invierno que primavera, y luchamos contra los azotes del viento.

Escucharon el traqueteo infantil de una llovizna que se interrumpía por los azotes del viento.

Tocó una pila de barriles atados con una cuerda recia contra los azotes del viento.

Elizabeth Cardwell lloraba, y la rodeé con mis brazos para consolarla y protegerla de los azotes del viento.

Muy pronto mi vida privada empezó a sufrir por todas partes los azotes del viento, que logró desmantelarla.

Se habían acercado más hombres, que ahora rodeaban a Valerio y a Umbricio bajo los azotes del viento.

La hierba era más áspera y los árboles tenían un aspecto desolado por culpa de los azotes del viento.

Vosotros dos en el paseo, adentrándoos en la oscuridad de la noche, recibiendo los azotes del viento junto al mar.

En aquella época, nada me resultaba más emocionante que galopar con un caballo en medio de los azotes del viento.

Unas chicas en minifalda hacen equilibrios sobre los zapatos de tacón de aguja, abrazándose mientras reciben los azotes del viento.

De pronto el jardín se vio invadido por árboles deformes, como modelados por los azotes del viento, deshojados y oscuros.

Fue en ese momento cuando la vi bajar las escaleras del paseo, su figura delgada encogida bajo los azotes del viento.

Esos hombres se derrumbaban en el patio y parecían todavía más abatidos con los azotes del viento y de la lluvia.

En algunos cerros surgían árboles solitarios que desafiaban al frío y los azotes del viento, tercos, enraizados a una tierra baldía.