En la espesura, los búhos reales, gavilanes y halcones campan a sus anchas.

De vez en cuando aparecían búhos reales en la oscuridad.

Totalmente distinto es el comportamiento de los búhos reales.

Les acompañaron en este trágico final ocho águilar reales y 32 búhos reales, entre otros.

Confuso, recordó que los búhos reales eran cazadores nocturnos.

Del Rey de los búhos reales, para ser precisos.

Los acentores y los búhos reales son distintos, pero tienen los mismos colores: marrones con manchas negras.

Eran búhos reales, de extremada rareza, y como tales un botín que ni el más codicioso habría soñado.

Lo coloqué delante de los desaliñados búhos reales, mientras le hablaba de las distintas aves que habíamos visto juntos.

Le enumeré todas las especies que libremente pululaban por la zona: corzos, venados, jabalíes, liebres, búhos reales y hasta águilas reales.

Todo cuanto pude exhumar fueron las diez chuletas de nuestro almuerzo, y ni siquiera con eso habría bastado para tres voraces búhos reales.

La hechicera de los Búhos Reales extendió una garra para asirlo.

Lo mismo había ocurrido con la hechicera de los Búhos Reales y los lobos blancos.

Cuando se atrevió a volver a mirar, la hechicera de los Búhos Reales había desaparecido.

Solo la hechicera de los Búhos Reales seguía igual, como si hubiese echado raíces en la piedra.

-Eostra-dijoThiazzi con voz ronca-,la hechicera de los Búhos Reales.