1
El cielo nocturno empezó a brillar como un badil de cobre rebosante.
2
Sentado frente al fuego, se entretuvo juntando con el badil las brasas disgregadas.
3
Y Chimo deja el cesto, empuña escoba y badil y vuelve a preguntar:
4
Sin fumar, ni mover las brasas con el badil como solía.
5
Avivó las brasas con el badil, hasta que el fuego crepitó de nuevo, llameando.
6
De cuando en cuando atizaba las brasas con el badil.
7
Te he pedido un badil de la peor calidad y no me lo has dado.
8
Marco se enderezó como pudo, cogió el badil y lo ensartó nuevamente entre las llamas.
9
Lo removí con el badil y añadí unos troncos.
10
Cuando termine, tendrán que recogerte con escoba y badil.
11
Ella estaba allá arriba, presidiendo un firmamento de criadas, ángeles del badil y la limpieza.
12
Entonces él la golpeó con el badil, con la pesada paleta del hogar, la golpeó.
13
Rosario ha salido a la terraza con una escoba y un badil para recoger las hojas.
14
Tiritando y arrebujándose en la capa, cogió un badil del hogar y bajó sigilosamente la escalera.
15
Plinio tomó el badil y tanteó las baldosas.
16
Cogía el badil, un leño, cualquier cosa y lo apretaba con fuerza, igual que si quisiera romperlo.