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No es balsamo que necesitamos es un Bisturí para mejorar el marco legal del deporte' indicó durante su intervención.
2
Como don Balsamo, pensaba que la guerra de Europa era nuestra ocasión.
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La campanilla sonó nuevamente con más fuerza; pero también continuó inmóvil Balsamo.
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Esta acción brillante me valió ser presentado a don Balsamo en persona.
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Balsamo decidióse a esperar hasta su fin el desenlace de aquella proposición.
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La joven se sonreía de un modo divino, y Balsamo siguió diciendo:
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Al principio me costaba entender adonde quería ir a parar don Balsamo.
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Balsamo corrió tras el joven y le sujetó por el brazo, diciéndole:
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Después de decir esto, Balsamo tornó a sumergirse en su profunda meditación.
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Le contempló Balsamo atentamente y se echó a reír sin respeto alguno.
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Un convento, Balsamo, un convento, os lo ruego con las manos cruzadas.
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En Brooklyn compartía el poder con otro padrino, un tal Battista Balsamo.
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Balsamo se inclinó, manifestando que se adhería a esta presunción del barón.
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Balsamo creía que aquella frase concluiría con un suspiro, pero se equivocó.
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Josefina Balsamo se apoderó del trozo de metal y lo examinó febrilmente.
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Le parecía que Josefina Balsamo palidecía y que su rostro se contraía.