De bancalenbancal se iban cayendo las tierras hasta las albarizas tiñéndose de espalto.
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De bancalenbancal se iban cayendo las tierras hasta las albarizas tiñiéndose de espalto.
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Y la siega continuaba de bancalenbancal.
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Me la dan cada vez que me acatarro o me golpeo saltando de bancalenbancal en mi Territorio.
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Y como ellos, tú no dudarás en saltar el parapeto, de bancalenbancal, de piedra en piedra; a paseo el sentimiento.
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De bancalenbancal, siempre por caminos estrechísimos, alcanzaron los terrenos bajos cercanos a la playa en donde, medio kilómetro después, desembocaba la gran cloaca.