Billie iba vestida con su biquini negro de siempre, sin camisa, claro.

Era maravilloso contemplarla, toda esa dúctil carne apenas contenida por su biquini negro.

Julie llevaba el mismo biquini negro de la noche anterior, y estaba impresionante.

Y para eso solo necesitaba la piscina y el biquini negro.

Alcé la vista y la vi, con un biquini negro.

Carina se puso una túnica de color amarillo sol africano sobre el biquini negro.

Calzaba chanclas y lucía un biquini negro y unas gafas de sol con cristales violetas.

Liz llevaba un biquini negro y gafas de sol.

El fantasma..., o la fantasma..., llevaba un biquini negro.

En la trasera de las bragas de su biquini negro sobresalían sus generosas y firmes nalgas.

Un cuerpo menudo y delgado esculpido en el gimnasio, exhibido gracias a un biquini negro casi invisible.

Estaba tendida en una tumbona, con un biquini negro de una simplicidad exquisita que le quedaba impecable.

Su pecho, cubierto todavía por el biquini negro, subía y bajaba al ritmo de su suave respiración.

Reduje mi elección a un biquini negro sin tirantes, un bañador rojo y un pequeñísimo biquini amarillo flúor.

Al hablar, una joven que llevaba únicamente un biquini negro salió del espejo de detrás de la barra.

Me dio un biquini negro, brillante.