Alrededor de la mesa, la alcaldesa bullíaigual que un moscardón zumbante.
2
Sentía las piernas débiles, y su estómago bullíaigual que una olla de aceite hirviendo.
3
Sentía que todo me bullíaigual que si acabara de salir de una sauna de cenote.
4
El pueblo era un hervidero de gente, todo bullíaigual que un hormiguero en un bosque tocado con un palo.
5
Tiempo hacía que bullíaigual pensamiento en el espíritu de ambos jóvenes, e inclinaron simultáneamente la cabeza bajo el peso de sus tristes reflexiones.