Kamose se ha convertido en algo parecido a un caballo con anteojeras.

Se dirigió directamente hacia la escalera como un caballo con anteojeras.

Como un caballo con anteojeras, se le pone algo en la mira y ahí va.

Es como un caballo con anteojeras: solo se ve a sí mismo, ajeno a todo lo demás.

Yo era como un caballo con anteojeras.

Yo soy como un caballo con anteojeras.

Vive usted como un caballo con anteojeras.

Eres como un caballo con anteojeras: nada más te ves tú mismo, ajeno a todo lo demás.

Uno conducía un caballo con anteojeras.

Era de una tela barata y rugosa y las alas le hacían sentir como un caballo con anteojeras.

Es tan obstinado que solo ve lo que tiene delante de sus narices, como un caballo con anteojeras.

Pero ella, como un caballo con anteojeras, seguía con la vista fija en la larga hoja llena de números.

Corre con la decisión de un loco, con la alegría de un chico, con la convicción de un caballo con anteojeras.

Se encaminó hacia la meta como un caballo con anteojeras, matando a cualquiera vestido de negro que se interpusiera en el camino.

También lo define como apasionado en política, pero como un caballo con anteojeras, que no quiere ver más que el camino que tiene por delante.