Él se acercó a la cama amplia, con cabezal de hierro y dosel.

Seth estaba apoyado contra el cabezal de hierro de la cama, luchando por respirar.

Y quería atar a Javi al cabezal de hierro forjado blanco de la cama.

Dormían en el suelo, aunque al fondo había una cama con el cabezal de hierro retorcido.

Habían apoyado los pies en el suelo y se sujetaba con una mano al cabezal de hierro.

Y volvió la cabeza para mirar fijamente el cabezal de hierro y la pared que tenía delante.

Al igual que la alfombra, el rugoso borde de su cabezal de hierro estaba manchado de sangre seca.

Una estrecha cama con cabezal de hierro y una fina manta que ella había acabado por tirar al suelo.

Afortunadamente, el cabezal de hierro forjado de la cama de doscientos años no llegó a herirme en la cabeza.

La habitación era espaciosa, y en medio había una cama grande con los pies y el cabezal de hierro.

Llevaba una maleta en la mano izquierda y un bastón en la derecha, con cabezal de hierro sin adorno alguno.

Los brazos irán atados a las patas delanteras de la cama; las piernas izadas hacia atrás, cogidas al cabezal de hierro.

Lo hacía de rodillas, sobre un suelo helado, de baldosín, mirando hacia el cabezal de hierro del que pendía un escapulario.

Apareció un tercer enemigo blandiendo una maza improvisada con un cabezal de hierro, y Corbec lo atacó de frente con el rifle.

Era una estancia pequeña, con el mobiliario justo y necesario, un cabezal de hierro forjado y un tocador de madera de roble.

Al estirar la mano, alcanzaba el cabezal de hierro de la cama; del colchón de bonote llegaba el olor de orina seca.