Su aspecto era deslumbrante y producía el efecto de un calor bochornoso.

Aunque era por la tarde, un calor bochornoso los recibió en tierra.

Un silencio aturdido se apoderó del patio, espeso como el calor bochornoso.

Con aquel calor bochornoso, las calles estaban polvorientas y las gentes malhumoradas.

Como siempre, la ciudad estaba inmersa en una ola de calor bochornoso.

Los ojos se secaron y empezaron a escocerle en el calor bochornoso.

Hacía un calor bochornoso en Nashville, que parecía extraña y muy bonita.

Ya había pasado el calor bochornoso de los meses de verano.

El calor bochornoso de las tierras bajas enfermaba a los indios.

Una tormenta de primavera, con un calor bochornoso y agua cayendo a jarros.

Una tarde de calor bochornoso, la mujer de Julián le preguntó:

A pesar del temporal de fuera, dentro del monasterio hacía un calor bochornoso.

El calor bochornoso se me hacía más insoportable debido al silencio.

Claro que también hacía un calor bochornoso dentro de la caravana.

Ya son casi las nueve y media, pero sigue haciendo un calor bochornoso.

Un escalofrío lo sacudió de pies a cabeza, a pesar del calor bochornoso.