Las dos camas juntas, el mobiliario funcional, el papel de la pared.

Encontramos solo tres camas juntas; yo fui a otra lo más cercana posible.

Lo iluminaron todo con las linternas, y vieron ocho camas juntas y muy apretadas.

Y sin embargo todas las noches habían dormido de la mano y con las camas juntas.

Las dos camas juntas, revueltas, ensangrentadas, una porquería.

Compartido, nuestro amor es sublime, pero acostados en dos camas juntas, la del marido será siempre grotesca.

Llegamos a casas estrechas en las que no hay muros ni divisiones, solo camas juntas en espacios pequeños.

Hablaba en susurros en la oscuridad, las camas juntas, mientras Anthony emitía leves ronquidos al lado de su madre.

Pues todas las razones que hemos dado para condenar las camas juntas serán, si se quiere, de muy poco peso.

Hacíamos las camas juntas.

Vio dos camas juntas.

Nasr y yo teníamos nuestras camas juntas, y permanecíamos despiertos en silencio en la oscuridad pues no queríamos que nos riñeran.

Las alcobas eran pequeñas y frías, con dos camas juntas para cuatro personas, y no las limpiaban desde hacía mucho tiempo.

Cuando los criados hubieron levantado las tiendas, Nassif les dijo que solo necesitaban una para Abby y Dora, con las camas juntas.

Era un dormitorio con una ventana grande, dos camas juntas y un cuadro con un paisaje otoñal con abedules y un sol poniente.

La tercera habitación era el dormitorio, con dos camas juntas, de estilo alemán, y con tal número de armarios, que era imposible moverse entre ellos.