Por fin, un día llegó Sarasola y empezó con la cantinelahabitual:
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Aquel martes de principios de junio arrancó con su cantinelahabitual de motores y cláxones.
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A su paso va oyéndose su cantinelahabitual: "¿Me conocéis?
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Con muy pocas variables, es la cantinelahabitual.
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Así que recitamos la cantinelahabitual, su catecismo:
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Sacó el cebo de siempre y acariciándolo suavemente con sus dedos arrugados, murmuró la cantinelahabitual:
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Era la cantinelahabitual, aunque sujeta a las ligeras variaciones que exigieran las circunstancias concretas del momento.
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Ella le contó lo que él supuso era su cantinelahabitual, y fingió escuchar atentamente mientras escribía.
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Al menos, esa era la cantinelahabitual.
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Nunca, como en esta ocasión, su cantinelahabitual sonó tan precisamente, nunca los Orígenes fueron tan Orígenes.
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Otra cantinelahabitual es que la energía solar y eólica ya es más competitiva que los combustibles fósiles.
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Al principio su conversación era bastante racional: la cantinelahabitual sobre la vida en el despacho de un arquitecto.
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Como no podía ser menos, cuando nos sentamos en el comedor frente a la botella que nos trajo Olivar, Armesto comenzó con su cantinelahabitual.
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-Puesesta sí que es buena -respondióel hombre con su cantinelahabitual-.
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-Esoempezaba a ser una cantinelahabitual entre las personas a las que ella había conocido-
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La señora Kalbeck estaba sentada en su sillón con una sonrisa de preocupación y tarareaba una de sus cantinelashabituales mientras inspeccionaba las distintas botellas.