Y, otras tantas, se fijó en la cara de alelado de Zimmer.

Estar muy quieto y que se te quede cara de alelado.

Y se le quedaría cara de alelado, porque Simonsen se rió con ganas.

La sorpresa fue tan grande que debí poner cara de alelado.

Entonces paraba de golpe para ver su cara de alelado, vencido por la situación.

Lo vi entre las pestañas, tenía cara de alelado.

Y ese señor de ahí que te mira con cara de alelado se llama Alex.

Debí de haber puesto cara de alelado.

Se quedó mirándome con cara de alelado.

Seguro que esperará sentado en el portal o en el rellano de la escalera con cara de alelado.

No te fíes de su cara de alelado, es un disfraz...

Daniel pensó que se iba a quedar cara de alelado, así que simuló leer, al tiempo que susurraba muy bajito:

Pablo Soler me miraba con curiosidad puesto que yo me había quedado con cara de alelado en vista de su revelación.

Repetía todo cuanto me decía el profesor con cara de alelado, mareado por el vértigo que me producía una aventura tan singular.

Raffaele, sin saber muy bien qué hacer, señaló a Angiolotti, que permanecía en su silla, ajeno al mundo y con cara de alelado.

Vosotros, no miréis con cara de alelados, dadle al fuelle con ganas.