1
Para demostrar mi cordura, puse cara sena y apreté mi nariz contra la suya, mirándolo con severidad.
2
El guardagujas levanto la cabeza del riel, se sopló la nariz, se sacudió el polvo y puso cara sena, trascendente.
3
Al mirar su cara sena, educada, no muy interesada, de mejillas lampiñas todavía, inocente de culpa, no encontró palabras lo bastante sutiles.