Los oídos de Myron se llenaron del rumor de una caracola de mar.

Yorke rompió a reír y se agachó para recoger una caracola de mar.

Como un viejo gramófono a través de una caracola de mar.

Como lo que se oye en el interior de una caracola de mar.

Pego los labios a su oreja, pálida y curvada como una caracola de mar.

Sándwich... la palabra era tan remota como el murmullo de una caracola de mar.

Recorrió en el espejo el perfil de sus labios, rosados como la cara interna de una caracola de mar.

Pero lo que estaba claro era que su piel tenía la textura suave e imperfecta de una caracola de mar.

Era como si se hubiera vaciado de golpe en el aire el contenido de una caracola de mar, nacarada y torcida.

Entonces, Gael sacó dos regalos: a mí me había hecho un collar y a Pablo le dio una caracola de mar.

Por una niña que no tenía habitación propia, una niña con labios rosados como la cara interna de una caracola de mar.

Los tripulantes se dispersaron, y un momento antes de que la sombra tocase la señal, Jasón sopló una caracola de mar para llamarlos.

Entre los mariscos que descubrieron los braavosis había una caracola de mar emparentada con la que tanta fama y riqueza diera a Tyrosh.

Se parecía bastante a una caracola de mar pero las puntas de sus espinas grises estaban rematadas por brillante ámbar y luces púrpuras.

No escuché más que un opresivo silencio..., y la sangre que rugía en mí oído como si estuviese escuchando una caracola de mar.

Winnie se puso a volver piedras, buscando caracolas de mar blancas.