Era una lástima que su sonido fuera tan estridente, más parecido a mandobles de espada que a cascabeles tintineantes.

Eran de un color gris plateado maravilloso, con sillitas rojas y riendas azules y cascabeles tintineantes en las orejas.

En el tobillo llevaba un hilo de cascabeles tintineantes, porque en alguna parte había leído que los ancianos tarahumara solían llevarlos.

En cualquier momento, y en cualquier lugar, puede salir disparado un pequeño bufón con largas orejas de burro y cascabeles tintineantes.

A la Reina la llevaban casi en volandas los bailarines de Morris, con sus sombreros de copa floridos y sus cascabeles tintineantes en las rodillas.