La Historia de Labor la dirigiría Tuñón de Lara, casi angélico y socarrón, todavía exiliado en Pau.

Y no es pérfido, sino solamente tortuoso, diabólicamente tortuoso, y al mismo tiempo, inocente, ingenuo, casi angélico.

Ese nombre suena casi angélico.

Los apologistas nos pintan a Tiberio como un ser casi angélico, y entre sus virtudes incluyen un ilimitado amor filial.

La luna brillaba en lo alto del cielo, y su luz le proporcionaba al traje de Sqweegel un resplandor etéreo, casi angélico.

Y el personaje jobsiano interpretado por Tom Hanks se hace demasiado inocente, casi angélico incluso frente a los costados más dañinos de sus ideas.

El rostro de Jensen irradiaba una felicidad sencilla y casi angélica.

Se sonrió lenta, dulcemente, con expresión casi angélica en su rostro.

Vail pareció perder de golpe su casi angélica paciencia.

Casi inmediatamente quedó dormido, aunque al revés de la noche anterior, parecía tranquilo, casi angélico.

Tenía su persona la fragilidad del hada, casi angélica; el cuello poseía una graciosa curvatura; su perfil resultaba perfecto.

En verdad, parecía casi angélica.

Sus facciones casi angélicas se habían transformado en las de una estatua de arcilla, pues no comprendía aquellas muertes malditas.

Sus ojos redondos, muy azules, se presentaban abiertos hasta tal punto que daban a su rostro una expresión casi angélica.

Sabrina le miró, reflejándose en su semblante una expresión dulce y melancólica, una expresión resignada, casi angélica, que enloquecía a Laird.

Y, encendida de rabia su faz, casi angélica, se precipitó contra James golpeándole el pecho con sus pequeños e ineficaces puños.