1
En fin, sabéis cuál es mi siguiente pregunta, ¿no, mis jóvenes castores?
2
Los castores, gracias al agua profunda, podían ya trabajar sin ser molestados.
3
Los ciervos saltaban hacia un lado; los castores corrían hacia el otro.
4
Pronto se hizo evidente que los castores no estaban dispuestos a aguantarlo.
5
Aquella mirada la atravesaba como podrían atravesar castores una palmera de papel.
6
Pero los castores no se limitan a arar la tierra; también plantan.
7
Los castores habían empezado a ocuparse de él, pero cambiaron de opinión.
8
El proyecto fracasó: sin sus depredadores naturales, los castores se reprodujeron exponencialmente.
9
Los castores eran seres peculiares y huraños, pero ésa era su naturaleza.
10
Como un ejército de castores diligentes reparando los daños de una tormenta.
11
Algunos tramperos aseguran que hay castores que viven más de veinte años.
12
Los diques de los castores habrán mejorado, en general, un grado más.
13
No sabíamos cuánto tiempo tendríamos que esperar a que salieran los castores.
14
Tratar de alimentar a aquellos castores era echar agua en un cesto.
15
Los castores no emplean la técnica de los hombres para talar árboles.
16
En el otoño del sesenta y tres estuve cazando castores en Colorado.
