Permaneció así un buen rato, analizando, quieto como un cazador al acecho.

Sam, como un cazador al acecho, se arrojó sobre él al instante.

Estaba tan alerta como un perro cazador al acecho de su presa.

Definitivamente, el chico concuerda con el perfil de un cazador al acecho.

Avanzó hacia él con sigilo, adoptando ágilmente la postura del cazador al acecho.

Era la ancestral reacción del cazador al acecho, presto para atacar.

Trocóse, de pronto, en un cazador al acecho de un zorzal.

Arrodillado junto a la saetera, Guigo, como un cazador al acecho, le aguarda.

Se levantó otra vez y, como un cazador al acecho, aguardó.

Un hombre de apariencia siniestra, cual cazador al acecho, ostentaba enarbolado un cuchillo.

Por un momento, adquirió el aspecto de un cazador al acecho de su presa.

Era la mirada del cazador al acecho de su presa.

El muchacho estiró el brazo delante de Marko, inmóvil como un cazador al acecho.

Había adquirido el andar de un depredador, un cazador al acecho de la presa.

Sabía que estaba allí, sabía que aquello era como él, un cazador al acecho.

Pero de momento es paciente, cual cazador al acecho.