1
El cazador de gules ya estaba rendido cuando entonó la última invocación.
2
Debería haber renunciado ya a la demencial vida de cazador de gules.
3
Pero como cazador de gules, Adoulla estaba acostumbrado a trabajar en tales condiciones.
4
El cazador de gules elevó las manos al cielo, visiblemente exasperado consigo mismo.
5
Un resoplido del cazador de gules dio comienzo a un nuevo intercambio de pullas.
6
Ya con voz más templada, el cazador de gules continuó:
7
El cazador de gules respondió con un gruñido y sacó algo de su faltriquera.
8
El cazador de gules expresó su incredulidad con un bufido.
9
En este punto, el cazador de gules levantó la cabeza para mirar a Litaz.
10
La sonrisa del cazador de gules adquirió un tinte frustrado.
11
Su marido se separó del cazador de gules y lo zarandeó por los hombros.
12
Raseed sostuvo al cazador de gules por los hombros.
13
El cazador de gules puso los ojos en blanco.
14
Por enésima vez aquel día, el cazador de gules estaba impresionado por los recursos del Príncipe.
15
El cazador de gules se atusó la barba.
16
Le asaltó la sospecha de que el cazador de gules conocía la respuesta de antemano, y la desaprobaba.
