Les recibió una señora de edad que vestía una chambra de lana.

Tengo barro en la chambra y trozos de carbón en los bolsillos.

Vaska vio la blusa abierta y el cuello roto de la chambra.

Estaba toda despeinada y la chambra se le había desabrochado en la espalda.

Y si no lo robo, me voy de mozo de chambra a París.

Cubría su busto ligera chambra, tan mal cerrada, que enseñaba parte del seno ubérrimo.

Sophie metió la chambra de un golpe en el agua.

Entre umbral y dintel aparece la figura demudada de la tía, camisón y chambra.

Una chambra jamerdada, húmeda, cruzada sobre unas ubres gelatinosas, derretidas.

Estaba la joven incorporada en su lecho, con chambra y pañuelo a la cabeza.

Mi amiga, ahora lavándose la chambra, movió negativamente la cabeza al tiempo que explicaba:

Escondió estremecido la cabeza en los bajos de una andrajosa chambra y quedó inmóvil.

Le pusieron medias, enaguas blancas, una chambra y una cofia; en fin, su mejor ropa.

Su falda, su chambra y sus medias eran blancas.

Llevaba un vestido de tela celeste, y el abierto corpiño permitía ver la chambra rosa.

Cuando llegaron abrió Justina la puerta, después de una gran tardanza, desgreñada, en chambra blanca.