1
Un instante de iluminación había bastado para descubrir el charco de orines.
2
Cristián continuaba sentado en el mismo lugar, junto a un charco de orines.
3
Diablos, eso valía tanto como contemplarse en un charco de orines.
4
Imelda yace sobre un charco de orines y de lágrimas.
5
Y un charco de orines creció bajo su cuerpo tembloroso.
6
Allí estaba el indolente sacerdote, reclinado sin remedio sobre un charco de orines y vómito.
7
A sus pies se secaba un charco de orines.
8
Investigadores dicen que es posible que la vida se haya originado en un charco de orines.
9
Temblaba de puro terror; un charco de orines se extendía por las baldosas del suelo irregular.
10
Porque díganme ustedes si cualquiera resbala en un charco de orines y se rompe la crisma.
11
Un charco de orines les dejo en el presbiterio, y por el vitral roto me voy.
12
Un charco de orines como creador de la vida... jamás oí una mejor definición de Dios.
13
Detalles al margen, que nuestra existencia se haya originado en un charco de orines explica muchas cosas.
14
Convive con el hedor insoportable que produce un gran charco de orines, agua de mar y lavazas.
15
Si evolucionamos de un charco de orines, entonces tiene sentido que tratemos al mundo como una cloaca.
16
La entrepierna se le fue humedeciendo hasta que se formó bajo su cuerpo un charco de orines.
