Pronto estuvo claro que cuanto le había dicho la chiquilla era cierto.

Sin duda le habían informado que había efectuado una transmisión; chiquilla traviesa.

Sin embargo, aquella chiquilla le resultaba digna de atención y de respeto.

No obstante, la chiquilla no podía responder a ninguno de los dos.

Me temo que tampoco aquí podrás disfrutar tu ración de libertad, chiquilla.

El espíritu de la chiquilla elfa merodeaba por el campo de batalla.

Lo que la chiquilla ofrece desde hace años supera las palabras, quizá.

Por la chiquilla -alcanzóa decir; olvidando el discurso que había preparado.

Pero esto no restaba la natural valentía y condición de aquella chiquilla.

Por consiguiente, Mariastella tenía veinte años y ya no era una chiquilla.

Vengo a traerte las conclusiones del caso de la chiquilla del vertedero.

Como había dicho la señora Banwell, no era más que una chiquilla.

Hace más de quince años que desaparecieron y ésta es una chiquilla.

Me considera una chiquilla a la que es preciso tener bien sujeta.

Tan joven la chiquilla y ya tenía un sentido de realidad formado.

No es ésta ocasión para que insistas en comportarte como una chiquilla.