En el cielo ventoso vuelan las nubes enormes sobre su cabeza.

El sol, que ya había dejado muy atrás el mediodía, brillaba en un cielo ventoso.

No caminamos en silencio entre el boscaje de otoño; no avanzamos callados bajo el cielo ventoso.

Muy alto, en un cielo ventoso surcado de nubes viajeras, zumbaba un avión rumbo a Heathrow.

Estaba en una dilatada pradera cuyos pastos se perdían a lo lejos bajo un alto cielo ventoso.

Es una noche clara y huele a lluvia, a hierba y a cielo ventoso con grandes nubarrones-

La nieve cubría los tejados reflejando el cielo ventoso y el pálido resol de los cortos días de invierno.

Se quedó en Shelburne Hall bastantes días más; a veces daba largos paseos sola bajo aquel cielo ventoso y brillante.

Los pisos altos podían verse por encima de las vallas, como una informe masa de sombras recortadas contra un cielo ventoso.

Vimos en ocasiones a algún buitre o milano, pero se quedaban en lo alto del cielo ventoso y al pasar no se detenían.

Detrás de las ruinas, las nubes se movían en el cielo ventoso y sus enormes sombras cubrían indiferentes los tristes campos de Arendia.

El carromato avanzó todo el día por los gratos paisajes del sur de Dahaut: una comarca llana de vasta extensión bajo un cielo ventoso.

Mira el cielo ventoso, sin vapores llegados del suelo que lo ensucien, y después el movimiento tozudo de las encinas, y come en silencio.

No tenía idea de dónde vivía Isabel, así que caminé a la casa de Inary bajo el cielo ventoso; unas nubes grises corrían sobre mí.

-Elviejo recorrió el cielo ventoso con una mirada escrutadora -

"Un cielo ventoso, una habitación sin techo, un somier de bronce oxidado y sin colchón.