Marcábansele, bajo el collar de corales, los pechos pequeños y firmes.

Por lo visto, andaba por ahí desnuda, con el collar de corales por todo vestido.

Su mano sostenía un pequeño collar de corales.

Montesquiou le envió, enroscado en orquídeas, un collar de corales que perteneció a la Emperatriz del Brasil.

Luce al pecho un collar de corales.

Ayer me prestó mil y quinientos reales que necesitaba para comprarle un collar de corales a la Zaina.

Cumplieron con un collar de corales.

Luego vino otra que se llamaba Carmelina Gaspari, ella fue la que le dio el collar de corales.

Un collar de corales rústicos que llevaba a la garganta la añadía el picante de un collar de guindillas.

Llevaba un vestido de seda y un collar de corales que resaltaban su piel del color de la miel.

Ninguno de los dos llevaba nada encima excepto un collar de corales y una llave de puerta colgada de una cuerda.

Llevaba un airoso vestido estampado con botones blancos de arriba abajo, zapatos blancos de tacón alto y un collar de corales.

Está espectacular, y su madre le abrocha el collar de corales de Sicilia, que contrasta con su piel joven y luminosa.

Y, acto seguido, desatándose su collar de corales lo repartió entre sus animales para recompensarlos, dando al león el brochecillo de oro.

Ya sé que te hubiera gustado que, en vez de este collar de corales, hubiera elegido posar con uno de brillantes, por ejemplo.

Llevaba vestido negro, collar de corales al cuello con un gran broche pasado de moda; en las orejas, grandes pendientes con gruesos brillantes.