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Aunque parezca mentira, se han encontrado cristales de circón todavía más antiguos.
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Uno de los cristales de circón utilizados para saber cuándo ocurrió el impacto.
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Diminutos cristales de circón descubiertos en rocas australianas han contabilizado 4300 millones de años.
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Conocemos su edad porque contienen diminutos cristales de circón.
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La mera existencia de los cristales de circón antiquísimos no aclara los orígenes de la Tierra.
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Cuando se forman cristales de circón, crean redes regulares de átomos de circonio, silicio y oxígeno.
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El resultado es que los cristales de circón contienen pequeñas cantidades de uranio pero no de plomo.
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La respuesta está en unos diminutos cristales de circón que hay en el interior de las rocas.
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Lo insólito de los cristales de circón es que pueden albergar átomos de uranio absorbidos de los alrededores, pero no los de plomo.