Su peso era demasiado para las viejas cuerdasdesisal podridas.
2
Sonrió y alzó las dos ramas con las que golpeaba las cuerdasdesisal.
3
Teníamos unas cuerdasdesisal fortísimas que guardábamos en el mercado, en el tenderete de un vendedor amigo.
4
Aquellos pobres animales cargaban con voluminosos paquetes, amarrados directamente sobre el pellejo con cuerdasdesisal envueltas en guiñapos para proteger las zonas más lastimadas.