He de levantarme seis y siete veces por la noche cuando me da el dolor.

Siempre que te da el dolor de cabeza te sale una arruga en la frente.

Con cada paso que da el dolor aumenta.

Escribía con la perseverancia que da el dolor.

Nunca quiere acostarse cuando le da el dolor.

Del poder que da el dolor.

Observaba aquello con la fijeza e indiferencia que da el dolor cuando sobrepasa ciertos límites de la capacidad humana.

La única dicha que nos da el dolor es la de ser rosa y al mismo tiempo espina, dice Elsa Morante.

Estuvo un rato, como un enfermo que no puede por menos de ejecutar a cada instante el movimiento que le da el dolor, repitiéndose:

Ella no veía más que su propia alma, que en aquellos instantes se le presentaba clara y completa con la lucidez que da el dolor.

-Sí ,bueno ,peroes a mí al que le da el dolor de oídos...