En efecto, los bandidos avanzaban, volvíanse atrás, desafiandointrépidamente el aguacero, nada desmoralizados por las graves pérdidas sufridas.
2
Lanzaban tablas sin interrupción, desafiandointrépidamente el castillo de proa para aplastar con su número al de los odiados hombres blancos.
3
Hombres que en pleno día han corrido al asalto, desafiandointrépidamente a la muerte, se han mostrado cobardes en los combates nocturnos.
4
Pero, a pesar de ello, los corsarios se batían denodadamente y devolvían golpe por golpe con feroz encarnizamiento y desafiandointrépidamente la muerte.