1
En la cabeza llevaba la mitra o diadema real de los emperadores aztecas.
2
Su diadema real, medio deshecha, arrastraba con sus cabellos blancos en el polvo.
3
Con esta diadema real se podían seguir y estudiar los cursos de los planetas.
4
Y si llegase a obtener la diadema real, lo nombraría general de mi ejército.
5
Unos cabellos sueltos caían por debajo de la diadema real.
6
Incluso la diadema real estaba incrustada de piedras preciosas oscuras en señal de riguroso luto.
7
La jornada acabó con un banquete que presidía el cortesano ceñido por la diadema real.
8
De hecho, ya se había probado la diadema real.
9
La corte de Éfeso lo había aceptado y le había dado al joven la diadema real.
10
Todo el que llevase, incluso por accidente, la diadema real no debía ser dejado con vida.
11
Habían diseñado un genio asirio con cuatro alas y diadema real, un guerrero armado y barbudo.
12
Con el rostro demacrado, llevaba la espada de Amón y la diadema real manchadas de sangre.
13
De repente, una ráfaga de viento hizo volar la diadema real de la cabeza de Alejandro.
14
Serás corona fúlgida en la mano del Señor, y diadema real en la palma de tu Dios.
15
Por la mente de Gregor pasó entonces la imagen de Luxa echándose para atrás su diadema real.
16
Augústulo deja la diadema real en 476.
