Podrías haberte dignado entrar un poco antes en la conversación.

La que hace que pases por delante de mi puerta cada día sin que aún te hayas dignado entrar.

Si alguna tarde se hubiera dignado entrar a la hora de teclear noticias a doscientas pulsaciones por minuto, se habría llevado un chasco.

Si, contrariando los sentimientos de tu madre, te hubieras dignado entrar bajo la protección de los Boffin, y hubieras salido de ese templo de esclavitud...

¿Os habéis dignado entrar en el comercio, a pesar de que descendéis de tan ilustre familia?