1
Pero éste no es el pulso de nadie, sino una pequeña sístole en la dobladora de sombras.
2
Distraída caminaba hasta que, zaz, el perro dijo: esta dobladora de sombras tiene que bajar a tierra.
3
LA MUSICA Cuando la dobladora de sombras escucha esa música, sabe que es mejor sentir frío que calor.
4
Éste no es el pulso de Dios sino una pequeña sístole de la dobladora de sombras mientras la vida impera.
5
La dobladora de sombras piensa que con el tiempo, si Dios la ayuda, la ausencia del té será invariable y necesaria como el agua.