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El dragón abisal sintió cómo unos tentáculos de energía destrozaban su esencia vital.
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Su voz flaqueó al mismo tiempo que el dragón abisal atado brilló repentinamente.
3
El dragón abisal brilló con fuerza y recurrió de nuevo a su magia.
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Pero, por ahora, tendremos que correr el riesgo de perder al dragón abisal.
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Dargonax, tras bajar la mirada para observarla, le gritó furioso al dragón abisal:
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El dragón abisal intentó romper el vínculo, pero Iridi se negó.
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Korialstrasz debió de colarse en la cámara del dragón abisal con intención de liberarlo.
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Ya no parecía un dragón abisal, sino más bien una masa informe y grotesca.
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Su esencia vital fue a parar al dragón abisal a través de la vara.
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Aunque el dragón abisal no podía moverse, era evidente que la ira lo cegaba.
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Su aspecto era el de un dragón abisal, pero era mucho más que eso.
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La draenei descendió con destreza hasta el lugar donde el dragón abisal yacía atado.
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En ese instante, la vergüenza se adueñó del dragón abisal.
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Invocó la vara y a continuación apuntó con el cristal grande al dragón abisal.
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Por tanto, decidió que el dragón abisal merecía vivir, y se dispuso a liberarlo.
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De hecho, el dragón abisal era el objetivo principal de la misión de la sacerdotisa.
