Yo lo olí antes de probarlo y pregunté al dueño del mesón:

Creía que era bueno, ya que me lo recomendó el dueño del mesón.

Parecía evidente que el dueño del mesón sabía tanto del crimen como nosotros mismos.

En ese momento entró el arriero, algo más tranquilo, seguido del dueño del mesón.

Busco a Nikodemos, creo que es el dueño del mesón.

Esto decía el dueño del mesón a un hombre seccionado brutalmente por una faja.

Konrad no puede comprar un mulo en este lugar, porque el dueño del mesón lo engañaría.

Éste no era otro que el dueño del mesón o, mejor dicho, el marido de la mesonera.

Los alguaciles tomaron buena nota de ello, y sé que interrogaron al dueño del mesón y a la mesonera.

El dueño del mesón estaba despidiendo en la entrada al mercader al que seguía, que había terminado de comer.

Si tienes cojones, me matas -eldueño del mesón, ya púrpura, saca pecho; es probable que hable en serio.

Aposentado el dueño del mesón en un lugar desde donde podía observar la puerta del gabinete, resolvió vigilar toda la noche.

Era ya bien entrada la mañana cuando Beatriz vio llegar a su pobre vivienda un chicuelo enviado por el dueño del mesón de Buenosvinos.

El capitán pregunta al dueño del mesón quién es esa bonita mujer que sale de su casa y que no ha querido dar su nombre.

El dueño del mesón les abrió la puerta y entraron en un aposento donde algunos hombres, que ya habían cenado, estaban sentados a una mesa.

Como dueño del mesón, me llevó consigo (¿iba a llevar a su hermano el mendigo idiota, o a la monstruosidad de hermana que hilaba?)