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El duende albino apoyó uno de sus pies justo entre sus orejas.
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Bisbita reparó horrorizada en que el duende albino miraba hacia el prisionero.
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Antes de que el duende albino descubra que hay algo raro.
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El duende albino se encaminó con paso ágil hacia la cuerda y trepó por ella.
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El duende albino lo hizo excavar hace mucho tiempo.
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Incluso el duende albino se dedicaba a engullir toda la comida de que era capaz.
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El duende albino la reconoció en el acto, y supo que iba a por él.
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A veces temamos que preparársela al duende albino.
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Los prisioneros detuvieron la lata en el centro de la estancia, justo delante del colchón del duende albino.
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En silencio contemplaron un rato más a la rata y a su prisionero, que ahora era el duende albino.
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Después lanzó una larga mirada cargada de odio hacia el lugar donde por las noches reinaba el duende albino.
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En el que el duende albino comete un grave error y Cabeza de Fuego demuestra que es un magnífico actor
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Pertenece al duende albino.
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Era la primera vez durante su largo cautiverio que alguien que no fuera el duende albino se acercaba a ella.
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Los duendes congregados se apartaron formando una amplia calle y el duende albino, con una sonrisa maléfica, cabalgó por el centro.
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También el duende albino había observado con suma atención, y solo cuando los prisioneros estuvieron enjaulados volvió a reclinarse en su colchón.
