En la literatura helenística no había habido nada semejante a la elegíaamorosa romana.
2
Lo forman dos poemas, una elegíaamorosa de veinticuatro versos y un epigrama de cuatro.
3
Intelectual y poeta, era hombre hábil con las palabras y uno de los primeros cultivadores de la elegíaamorosa.
4
Fue, por así decirlo, el creador de la elegíaamorosa, si bien Catulo ya se había adelantado en el tiempo a su composición.
5
Y esto, a su vez, es el comienzo de lo que acabaremos identificando como elegíaamorosa latina: el protoplasma parece estar evolucionando ante nuestros ojos.